Arte novohispano/ Art de Nouvelle Espagne Au Louvre : exposition fantôme/ exposición ficticia ?
(du 7 mars au 7 juin 2013, à Paris)
Axe d’ouverture et de développement de la collection hispanique du Louvre, l’art mexicain s’invite dans les salles du musée au printemps.
Une sélection d’une dizaine d’œuvres présentera au milieu des peintures espagnoles le meilleur de cette école « cousine ». Du zurbaranisme monumental de José Juárez à la fougue baroque de Cristóbal Villalpando en passant par la suave douceur de Rodríguez Juárez, le visiteur découvrira le visage changeant de deux siècles de création du Nouveau Monde et appréciera ses rapports à la fois proches et indépendants avec l’art ibérique.
Peu connu en France, l’art d’Amérique latine est néanmoins représenté dans les collections publiques. Forte du travail de recensement de l’art hispanique entrepris par le Louvre et l’Institut national d’histoire de l’art (projet BAILA), la publication qui accompagne cet accrochage offre l’occasion de rappeler les œuvres majeures de cette école dans le patrimoine national, d’en questionner les origines et d’en étudier la fortune.
Eje de apertura y desarrollo de la colección hispánica del Louvre, el arte mexicano se invita en las salas del museo en esta primavera. Una selección de una decena de obras enseñará en medio de las pinturas españolas lo mejor de esta escuela « pariente ». Desde el zurbaranismo monumental de José Juárez hasta la furia barroca de Cristóbal Villalpando, pasando por la suave dulzura de Rodríguez Juárez, el paseante descubre la cara cambiante de dos siglos de de creación del Nuevo Mundo y podrá medir sus relaciones a la vez cercanas y independientes con el arte ibérico.
Mal conocido en Francia, el arte latino americano esta presente sin embargo en las colecciones publicas. Apoyándose en el trabajo de censo del arte hispánico empezado por le Louvre y el Institut national de l’art (proyecto BAILA), la publicación que acompaña esta exposición ofrece la oportunidad de recordar las obras mayores de esta escuela en el patrimonio nacional, de cuestionar sus orígenes y de estudiar su fortuna.
Así se presenta el evento. Aparece como una exposición. Para que lo sea, hubiera sido necesario que la presentación permita identificar una realidad artística peculiar. La Fondación Banamex ha proporcionado unas obras, el Musée du Louvre mismo ha colgado unas diez otras, mas o menos ahogadas en medio del común y corriente de las numerosas obras españolas de los siglos XVII y XVIII. Sería interesante subrayar como llegaban a Nueva España , región de alta prosperidad minera, muchos pintores sevillanos que se iban a radicar en América y que así se hacían novohispanos.
Se nos dice a la « entrada » ficticia de la exposición que los amplios horizontes mexicanos daban matices nuevos a esta pintura: de hecho tanto en España como en Nueva España, los paisajes se componían principalmente a partir de copias de grabados holandeses o flamencos… Tampoco nos dice la exposición qué peculiaridades sociales o religiosas brotaban en esta España Nueva.
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